El primer evento del año, la Latin Cup de Wushu. México, Brasil, Portugal y España. Un tapiz de competición como el del europeo. Una oportunidad para engancharse a hacerlo de nuevo.
Uno se pregunta a veces ¿A qué distancia estoy de mi mejor nivel? ¿Qué te ha pasado para competir como en el europeo?
Tras un poco de reflexión. Lo hecho no fue más que una de mis «puestas a punto». Una combinación de entrenamientos adecuada para ponerte en forma, para despertar todo lo que estaba ya ahí, latente. En resumen, como un buen guiso, con fundamento.
No estaba más rápido ni más fuerte que en Rumanía, pero tampoco lejos. Parece que la técnica se ha ido asentando, que la templanza que tanto necesitaba se quiere quedar, que la distancia entre mi mejor y peor rendimiento se acorta cada vez más.
Queda una temporada muy completa por delante donde enfrentar a nuevos retos y viejos miedos.
Volver a competir, las sensaciones, tu minuto-veinte…. esfuerzo máximo, velocidad, ritmo…. Wushu.